Tras el concierto de ayer, tras el reencuentro con las amigas de siempre, la revisión de bolsos a la entrada, las prisas para lograr un buen sitio en segunda línea de pista y la emoción desde el primer minuto hasta el último, me quedo con la elegancia de este grupo, su amabilidad, su saber estar en el escenario y el magnífico rato que nos hicieron pasar.
Como ellos mismos dicen en cada concierto de las últimas giras, son ya muchos años juntos.
Y aquí dejo la crónica de quien estuvo a mi lado durante todo el concierto, y que explica a las mil maravillas lo que significaron estos «nuevos románticos» para la mayoría de las que fuimos a BUP en los ochenta: Spandau Ballet, revival quinceañero, por Conchi Moya, la misma amiga con quien más tarde descubriría a The Smiths y The Who en largas jornadas musicales en el salón de su casa.