Esta imagen pertenece al encuentro de ayer por la tarde en la siempre acogedora librería Rafael Alberti, entre libros, fotografías, muy buenos amigos y unos cuantos poemas. En ese espacio recogido que tanto anima a la cordialidad y a la confesión, que se va quedando impregnado de todas las palabras que se pronuncian allí y que cada vez rezuma más conocimiento y más generosidad.